Durante el proceso de selección de un vestido de comunión, nos surgen muchas dudas. A veces, nos encontramos frente a un abanico de posibilidades tan amplio, que no sabemos por qué decantarnos. Si cerramos los ojos, y nos imaginamos frente a un enorme banquete, sin duda, el vestido de comunión sería el plato principal; y los complementos, serían los suculentos entrantes. Quizá, sean sus colores dulces y apastelados lo que los vuelve irresistibles. Nos vemos en la tesitura de tener que escoger; ya que sabemos que caer en el exceso, puede provocarnos una fashion indigestion. Lo más importante, es que ellas estén cómodas y sobre todo, que se sientan ellas mismas.
Durante años, la délicatesse del menú, ha sido la corona de flores. Por eso mismo, ser coronadas por un trocito de naturaleza es una maravilla, que favorece a muchas de nuestras peques. Las coronas son naturales, bonitas, y delicadas. Enmarcan el rostro y favorecen a la vez que dan un toque de color, en contraste con el vestido de comunión. Por este motivo, la corona floral tiene muchas características que hacen que sea la reina del banquete.
Ahora bien, si te consideras una foodie, hay más opciones sobre la mesa que no te puedes perder.
En la nueva colección 2024 hemos rescatado uno de los clásicos de la moda de ceremonia, el sombrero. El sombrero es un complemento perfecto para todas aquellas niñas que quieran añadir a su vestido de comunión un toque de personalidad y exclusividad. Antes, solo servían para ocultar nuestro rostro de los rayos de sol; ahora buscan convertirse en el objeto de deseo de la temporada.
¿Lo mejor del sombrero? Es ideal para reutilizarlo en bodas y celebraciones veraniegas. Hará de nuestras peques, las invitadas más sofisticadas del evento.
Por último, uno de nuestros antipasti más característicos colección tras colección, el turbante. Uno de los complementos más particulares ya que, requiere de un estudio de las características faciales de cada niña. El resultado, sin duda, merece la pena.